Es muy fácil excusarse y pensar que (cómo decían los sabios, con su autoridad correspondiente) si tratas de enseñar a un pez a trepar por un árbol, éste será un frustrado durante toda su vida, pero… ¿Quién te ha puesto la etiqueta de pez? ¿Te has nombrado tú sólo marino profesional?
Creo que es hora de poner los pies en la tierra y guardar las aletas. Es el momento de dejar de lado las excusas e inspirar con los pulmones, que no branquias. Hora de empezar a ser realista, o tal vez menos conformista. Tiempo de comprarse un equipo de escalada, con arnés de seguridad (si fuera necesario) y, por supuesto, es el instante de ponerse a trepar sin descanso. Día y noche. Porque las cosas buenas pasan a quienes las esperan, pero las mejores a quienes van a por ellas y en el segundo en que te rindes estás dejando ganar a otra persona.
El momento era ayer, hoy si me apuras, pero mañana ya llegas tarde.
Basta ya de posponer lo inevitable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario